En el noreste, las comunidades étnicas y raciales minoritarias respiran 66% más aire contaminado proveniente de los vehículos

Un estudio de 12 estados y del Distrito de Columbia muestra que los residentes latinos, afroamericanos y asiáticos americanos están expuestos a mayores riegos de salud

Published Jun 27, 2019 Updated Aug 22, 2019

Washington (27 de junio, 2019)—Nuestros autos, camiones, camionetas y autobuses causan contaminación insalubre del aire. Las comunidades étnicas y raciales minoritarias están expuestas desproporcionadamente a la contaminación del aire más peligrosa en los estados del noreste y del Atlántico medio.

En un nuevo análisis, la Union of Concerned Scientists (UCS, por sus siglas en inglés) halló que los residentes afroamericanos, los asiáticos americanos y los latinos de la región enfrentan una exposición significativamente mayor a contaminantes conocidos como PM2.5 (partículas en suspensión que se encuentran en el aire menores de 2.5 micrómetros de diámetro).

“No podemos hablar acerca de los impactos de la contaminación del aire sin señalar a quienes reciben la mayor carga”, dijo María Cecilia Pinto de Moura, coautora del nuevo análisis. “Esta es una forma generalizada de discriminación y mientras trabajamos para mejorar la transportación, necesitamos asegurarnos de que estamos poniendo atención a las comunidades que están siendo golpeadas más duramente”.

Los números muestran un patrón claro. En promedio, los residentes afroamericanos de las regiones del noreste y del Atlántico medio están expuestos a 61 por ciento más de contaminación PM2.5 que los residentes blancos. Los residentes asiáticos americanos están expuestos a niveles mayores de 73 por ciento y los residentes latinos a niveles mayores de 75 por ciento que los residentes blancos. De los 72 millones de habitantes de la región, casi una quinta parte vive en áreas donde los niveles de contaminación PM2.5 son 50 por ciento mayores que el promedio de su estado y 60 por ciento de esos residentes son minorías étnicas y raciales; mientras que en áreas donde esta contaminación mide menos de la mitad del promedio del estado, el 85 por ciento son blancos.

PM2.5 es una de las más formas de contaminación del aire más peligrosas y difundidas. Algunas de estas partículas son lo suficientemente pequeñas para entrar al torrente sanguíneo y su exposición ha sido asociada a enfermedades pulmonares y cardíacas, ataques de asma y muertes prematuras. El PM2.5 se origina de muchas fuentes, entre estas la quema de combustibles de gasolina y diésel.

“Lo que muestra este estudio es lo que las comunidades étnicas y raciales minoritarias de toda la región han venido entendiendo por largo tiempo, que injustamente han sido expuestos a mayores niveles de contaminación”, dijo Pinto de Moura. “Las minorías étnicas y raciales de los estados del noreste están más propensas a sufrir las consecuencias de la mala calidad del aire, la pérdida de días de trabajo, visitas a la sala de emergencias, ataques de asma o problemas de salud crónicos”. “Es un verdadero peligro y es cierto, ya sea que estas familias tengan o no un vehículo personal”.

La transportación (incluidos los autos, camionetas, camiones y autobuses) es un importante contribuyente a la contaminación del aire en la región, asimismo es la mayor fuente de emisiones de calentamiento global en estos estados. Las tecnologías más nuevas, como los vehículos eléctricos, pueden reducir dramáticamente estas peligrosas emisiones locales. Encaminarse hacia un sistema de transportación más limpio no es tan sólo crítico para alcanzar las metas climáticas del estado, sino que también ayudará a los residentes a respirar con mayor facilidad y a vivir vidas más saludables a largo plazo.    

“Este estudio confirma la necesidad de una transición hacia medios de transporte más limpios, especialmente autos eléctricos, autobuses, camionetas, camiones y transporte público”, dijo Ken Kimmell, presidente de UCS, quien trabajó en la Comisión del Futuro del Transporte del gobernador Baker de Massachusetts. “Aunque esta transición requerirá una inversión significativa, aportará un beneficio tremendo al mejorar la salud pública, especialmente la de nuestros residentes más vulnerables”.

El estudio de UCS examinó los impactos de la contaminación provenientes de los vehículos en las carreteras de Connecticut, del Distrito de Columbia, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Nueva Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island, Vermont y Virginia.